“El Caminante” es el título de una película de Paul Naschy. Una barrabasada con estilo setentero que, por supuesto, no deja de tener hoy en día un encanto particular. Cruce entre celestinas y psychokillers aficionados al Camino de Santiago. Del todo recomendable.
Pero hoy no me refiero a este caminante sino al “El Caminante” de Jiro Taniguchi.
Terminado ya “Akira”, con un muy buen sabor de boca final, gracias al genio de Otomo en su último volumen, parecía que por lo dicho en la entrada anterior me iba a alejar del manga. Pues no es el caso. Uno nunca se puede fiar de uno mismo. Jack London, sí.
Todavía no he empezado con ello, pero tan solo con ver la portada de este manga en la biblioteca me han entrado unas ganas irresistibles de leerlo. Y por supuesto, por las grandes referencias que tenía de Taniguchi debidas a Bernar e Imanol.
Así pues, de momento, ¡manga sí!