Archive for April, 2008

Sant Jordi

Wednesday, April 23rd, 2008

Día del Libro

Un poco más de medianoche, justo entrado en este día, horario catalán para más señas, “ayer” empecé a leer a uno de mis autores más queridos, sino el que más, por recuerdos y diversas analogías.

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Felices sueños, señores

Un Poco De Luz Desde Osaka

Thursday, April 3rd, 2008

Leo con atención la siguiente noticia facilitada por la sin par agencia de noticias japonesa Kyodo:

Theater in Osaka to screen ‘Yasukuni’ as planned
Thursday 03rd April

Yasukuni cartel

OSAKA, April 3 (AP) – (Kyodo)—A movie theater in Osaka has decided to screen a contentious documentary on the war-related Yasukuni Shrine in May as originally planned, theater officials said Thursday.
The decision by the Seventh Art Theater came after several theaters in Tokyo and Osaka scrapped plans to show the film, “Yasukuni,” by Chinese director Li Ying, following an unprecedented preview of the film for lawmakers in Tokyo.

More than 10 theaters across Japan are currently considering screening the 123-minute work, which won a best documentary award at the 32nd Hong Kong International Film Festival, but the theater in Osaka is the first to make its decision, according to the distributor.

The 96-seat Seventh Art Theater, mainly financed by the local people, has received emails and phone calls urging it not to scrap the screening, according to the officials.

“A theater, which has strong connections with the citizens, could serve as a place of discussions about films,” said Atsushi Matsumura, the 46-year-old manager of the cinema. “We would like to respond to viewers’ requests for the screening.”

“Yasukuni” tells the stories of people involved with the Yasukuni Shrine and their views about the war and Yasukuni.

Some members of the ruling Liberal Democratic Party called for a preview of the film last month, fearing that the documentary, which was granted state subsidies, may not be politically neutral.

Following the preview, political groups that are opposed to the film started to press cinemas not to screen it, prompting some cinemas to cancel the screening.

Traduzco por si acaso la última frase:

“Después del pase [realizado solamente para políticos y legisladores] grupos políticos contrarios a la película presionaron a las salas de cine para que no la exhibieran, instigando a algunas a cancelar los pases”.

Pequeño ejemplo este de lo mucho que se habla de los chinos ultimamente, y de lo poquísimo que nunca se habla de los japoneses.

Hay que congratularse por la noticia, y por ser en Osaka donde se estrene públicamente y por primera vez la película en Japón. En el Seventh Art Theatre, en el barrio de Juso, donde en su día disfruté de la visión de un par de películas. Gente seria, sin ánimo de lucro. Lástima de la escasez de subtitulaciones.

Oyasumi

japan week END

Tuesday, April 1st, 2008

29 y 30 de Marzo de 2008

Sala Barcelona 92 del Palau Sant Jordi.Barcelona.

Un grupo de editores, al menos dos serios sí que se apuntaron, … añadiendo ases del videojuego, del regalo resultón, de estetas del nuevo siglo, de ladrones de ahorros adolescentes, de payasos con demasiado tiempo libre. Se concentró un poco de todo en el Japan Week End, un experimento organizado en busca de “un encuentro con las fusiones de Japón entre tradición y tecnología”.

Japan Week end

Realmente la definición del evento que nos dan los organizadores no deja de ser la más pura verdad. De hecho, el exceso de fusión es lo que hizo que aquello pareciese un salón de actos de cualquier colegio de los primeros años 80, cuando los niños pedían prestados a sus padres ropitas de “movida” para ir disfrazados a la escuela, alucinados todavía con la Nintendo que guardaban en la mochila a buen recaudo.

Desde Japón nos llega una verdadera fusión de culturas, de tradiciones y de tecnologías que realmente es una macedonia de la que es difícil distinguir y destacar sabores concretos.

Lo importante es disfrazarse, agarrarse a la consola, hacer que se baila entre amigos, y enaltecer y poner mayores bases a la personalidad de cada uno.

Aparte de que los mangas, fotos varias, pins, muñecos, juegos, cartas, camisetas y demás vestuarios, revistas, películas, … no eran nada baratos, el precio que pagan los adolescentes que pululaban por allí (con pocas excepciones de gente más “adulta” como servidor que acudió allí en busca de no se muy bien qué) en concepto de futuras confusiones, decepciones y desavenencias con sus actuales ídolos está todavía por saberse.

Está claro que los chavales de hoy en día se pueden permitir una serie de presupuestos y consumos que, dejando de lado su procedencia (alguien en el Palau Sant Jordi se habrá hecho la pregunta: ¿de dónde se sacan los adolescentes japoneses el dinero para financiarse sus figuritas, ropas, videojuegos?), parecen ser suficientes para mantener bien a flote y viento en popa esta ecléctica industria.

Industria que ahora funciona muy bien a base de publicar en masa todo lo que sea traducible, en forma de letras o de identificaciones culturales que por algún milagro coincidan.

Me explico. Los japoneses, ya de por sí muy cautos con las traducciones, siempre estarán dispuestos a exportar la cultura que realmente menos les comprometa (por suficiente bestia que les parezca a algunos lo que ven en algunas películas o videojuegos) y a seguir haciéndose ricos con creaciones artísticas, que aunque siendo de alta calidad, puedo asegurarle desde aquí, querido lector, son totalmente residuales para cualquier japonés del montón que intenta ganarse la vida. Vamos, que realmente todo esto no interesa a nadie allí. Con “todo esto” me refiero a todo: los disfraces, los videojuegos, los mangas, las películas, los pins, los mongolizantes bailes esos … Porque ellos consumen su propia ración de cultura Occidental. Lo mezclan todo, hacen la primera versión de la macedonia.

Aquí nadie realmente lee un manga (¡ojo! traducido al castellano o al catalán de por aquí) que no haya sido pasado por el tamiz Occidental. Incluso el mismo Otomo reconoce muchísimas referencias de cultura americana en su “Akira”.

Realmente pues cuidado con lo que se ve y se compra por ahí. Lo que nos venden los japoneses ya viene de por sí desnaturalizado, y pasado por el nuevo tamiz de los editores y mayormente de los distribuidores y redes de asquerosos libreros/tenderos roba-ahorros, nos queda poco más que nada.

Nos queda un bajo porcentaje. No quiero ser demasiado pesimista. Quizás sea un 10%.
Por ejemplo, las ediciones de los manga de Taniguchi, en este mismo sitio comentadas, o las de Hideshi Hino.

¿Qué decir del cine japonés? La respetable publicación Cine-Asia nos indica echando un vistazo a sus revistas que de todo lo que escriben para rellenarlas, realmente poco se puede salvar. ¿Y de lo escrito, realmente bueno y realmente lanzado al mercado dvd con precios razonables?
¿2%?

Y los ropajes, las fotos, los conciertos de música, las cartas, etc… No sigo.

Buenos tiempos para ser editor, malos para ser adolescente.